La violencia de género es un mal que afecta a toda nuestra sociedad. En los últimos tiempos, el porcentaje de mujeres golpeadas por sus parejas ha crecido notoriamente.
Es una situación aberrante en la que la mujer, por ser tratada como un objeto descartable, se siente denigrada, una emoción que afecta gravemente su autoestima.
Quien haya atravesado un momento así, comenzará a actuar de manera confusa. Estará desorientada. Por la falta de confianza y el miedo, hasta será capaz de negar la realidad, de renunciar a lo más profundo de su ser. Agotada por la agresión, sin poder comprender lo que le sucede, sola y aislada, responderá de manera agresiva ante la más mínima tensión.
Quien haya atravesado un momento así, comenzará a actuar de manera confusa. Estará desorientada. Por la falta de confianza y el miedo, hasta será capaz de negar la realidad, de renunciar a lo más profundo de su ser. Agotada por la agresión, sin poder comprender lo que le sucede, sola y aislada, responderá de manera agresiva ante la más mínima tensión.
Uno de los primeros detonantes por los que se dan estos actos de violencia en las parejas, son los celos, la necesidad de autocontrol de una de las partes, saber donde va la mujer, con quien se comunica en el celular, con quien chatea en la computadora, porque se viste de tal manera
Última foto de Carolina Aló antes de morir.
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Numerosos han sido casos en la última década. Varias mujeres han sido quemadas o mutiladas por sus maridos. Entre ellas, Carolina Aló (quien fue asesinada de 117 puñaladas por su novio), Roxana Galeano (fue muerta por un sicario contratado por su marido), Wanda Taddei (ex mujer del baterista de callejeros, quemada viva por éste) y por último la joven cordobesa que hizo pública la demanda por televisión de que su novio la golpeaba y a los días este salió de la cárcel y la mató frente al hijo de dos años de ambos.
Wanda Taddei y su marido el día de su boda. |
La violencia familiar es un círculo vicioso en el que la mujer llega a sentir que tiene la culpa y que es merecedora de esos golpes propiciados por el marido. Luego viene una etapa de luna de miel y de arrepentimiento del hombre en el que es el mejor esposo del mundo y al tiempo nuevamente los golpes.Es preocupante y alarmante las secuelas que pueden llegar a estigmatizarse en los niños que viven este horror de la violencia física y verbal de sus padres, y como puede afectarles en su vida a futuro y repetirse la historia.
UNA FLOR, UN GOLPE
Video que refleja cómo el maltrato de un hombre
puede llevar a una mujer a la tumba.
El vídeo " Una flor, un golpe", muestra como una mujer puede pasar del estadio de la luna de miel a conocer el infierno por parte de la violencia de su marido. La Licenciada Mercedes Gettar del Longo, es una psicóloga que trabaja con mujeres que sufrieron violencia propiciada por sus parejas.
Licenciada Gettar del Longo. |
—¿Es lo mismo la violencia de género que la violencia doméstica?
—No. La violencia doméstica hace referencia a aquella que se produce dentro del hogar, tanto del marido a su esposa, como de la madre a sus hijos, del nieto al abuelo. Excluye aquellas relaciones de pareja en las que no hay convivencia.
La violencia de género tiene que ver con “la violencia que se ejerce hacia las mujeres por el hecho de serlo”, e incluye tanto malos tratos de la pareja, como agresiones físicas o sexuales de extraños, mutilación genital, infanticidios femeninos.
La violencia hacia la mujer abarca todos los actos mediante los cuales se discrimina, ignora, somete y subordina a ésta en los diferentes aspectos de su existencia. Es todo ataque material y simbólico que afecta su libertad, dignidad, seguridad, intimidad e integridad moral y/o física.
—¿Cuántos tipos de violencia existen?
—Existen cinco tipos de violencia: Física, Psicológica, económica, social y sexual. Física: La violencia física es aquella que puede ser percibida objetivamente por otros, que más habitualmente deja huellas externas. Se refiere a empujones, mordiscos, patadas, puñetazos, causados con las manos o algún objeto o arma. Es la más visible, y por lo tanto facilita la toma de conciencia de la víctima.
Psicológica: La violencia psíquica aparece inevitablemente siempre que hay otro tipo de violencia. Supone amenazas, insultos, humillaciones, desprecio hacia la propia mujer, desvalorizando su trabajo, sus opiniones. Implica una manipulación en la que incluso la indiferencia o el silencio provocan en ella sentimientos de culpa e indefensión, incrementando el control y la dominación del agresor sobre la víctima, que es el objetivo último de la violencia de género.
Económica: En la que el agresor hace lo posible por controlar el acceso de la víctima al dinero, tanto por impedirla trabajar de forma remunerada, como por obligarla a entregarle sus ingresos, haciendo él uso exclusivo de los mismos (llegando en muchos casos a dejar el agresor su empleo y gastar el sueldo de la víctima de forma irresponsable obligando a esta a solicitar ayuda económica a familiares o servicios sociales).
Social: En la que el agresor limita los contactos sociales y familiares de su pareja, aislándola de su entorno y limitando así un apoyo social importantísimo en estos casos.
Sexual. Se ejerce mediante presiones físicas o psíquicas que pretenden imponer una relación sexual no deseada mediante coacción, intimidación o indefensión.
—¿Hay diversas etapas en la violencia?
—Si. El ciclo comienza con una primera fase de Acumulación de la Tensión, en la que la víctima percibe claramente cómo el agresor va volviéndose más susceptible, respondiendo con más agresividad y encontrando motivos de conflicto en cada situación.
La segunda fase supone el Estallido de la Tensión, en la que la violencia finalmente explota, dando lugar a la agresión.
En la tercera fase, denominada de “Luna de Miel” o Arrepentimiento, el agresor pide disculpas a la víctima, le hace regalos y trata de mostrar su arrepentimiento. Esta fase va reduciéndose con el tiempo, siendo cada vez más breve y llegando a desaparecer. Este ciclo, en el que al castigo (agresión) le sigue la expresión de arrepentimiento que mantiene la ilusión del cambio, puede ayudar a explicar la continuidad de la relación por parte de la mujer en los primeros momentos de la misma.
Este ciclo pretende explicar la situación en la que se da violencia física, ya que la violencia psicológica no aparece de manera puntual, sino a lo largo de un proceso que pretende el sometimiento y control de la pareja.
_ ¿cuáles son las consecuencias que pueden acarrear las mujeres golpeadas?
_ El síndrome de la mujer maltratada es como una adaptación a la situación aversiva caracterizada por el incremento de la habilidad de la persona para afrontar los estímulos adversos y minimizar el dolor, además de presentar distorsiones cognitivas, como la minimización, negación o disociación; por el cambio en la forma de verse a sí mismas, a los demás y al mundo.
También pueden desarrollar los síntomas del trastorno de estrés postraumático, sentimientos depresivos, de rabia, baja autoestima, culpa y rencor; y suelen presentar problemas somáticos, disfunciones sexuales, conductas adictivas y dificultades en sus relaciones personales.
CASO REAL DE UNA MUJER GOLPEADA: "LAS DOS CARAS DE EMILIA."
El caso de María Emilia me tocó muy de cerca porque fue compañera mía de universidad los 6 años de carrera y conocí a dos personas en una.
Tenía el mejor promedio del curso, en tercer año de carrera sufrió el fallecimiento de ambos padres trágicamente y de allí su vida cambió para siempre.
Se la veía poco por la facultad, no era la misma Emilia sonriente, que se vestía hermosamente con colores. Al principio pensé que era por esta gran pérdida pero con el tiempo comencé a notar cambios en ella hasta que un día me dejó de saludar.
Se había puesto de novia con un chico oriundo de la provincia de Salta, muy introvertido aparentemente en su personalidad.
Al tiempo Emilia apareció un día en mi casa toda golpeada, quemada las manos, y no tenía lugar en el cuerpo sin moretones. La incentivé a que lo denuncie, pero ella lo justificaba todo el tiempo, diciendo: él se enojó porque unos compañeros de la facultad me saludaron y me pedía que la perdonara, pero que no me iba a poder saludar más porque el no la dejaba tener amigos.
Con el tiempo me enteré que estos golpes eran cada vez peores, que se habían ido a vivir a un pueblito aislado en salta y que a raíz de esta violencia ella había perdido un bebé.
La tratamos de ayudar de muchas maneras entre los compañeros y los mismos profesores que se fueron enterando de los hechos pero nos fue inútil, ella estaba ciega.
Su pareja también había vivido violencia doméstica de niño, por eso cuando ella fue a pedirle ayuda a su suegra ella respondió: “Algo habrás hecho”.
Es impactante y es un fenómeno el de la violencia de género que crece y no distingue clases sociales ni status. De hecho María Emilia es una joven de clase media, que logró llegar con las mejores notas a quinto año de derecho y él le prohibió seguir estudiando.
Paradójicamente tenía 10 en derecho de familia, donde se tratan todos los derechos de la mujer y la protección a esta y a los hijos. Pero lamentablemente lo que estudiaba perfectamente en los libros nunca lo aprendió en la práctica.
El caso de María Emilia me tocó muy de cerca porque fue compañera mía de universidad los 6 años de carrera y conocí a dos personas en una.
Tenía el mejor promedio del curso, en tercer año de carrera sufrió el fallecimiento de ambos padres trágicamente y de allí su vida cambió para siempre.
Emilia era estudiante de derecho |
Se había puesto de novia con un chico oriundo de la provincia de Salta, muy introvertido aparentemente en su personalidad.
Al tiempo Emilia apareció un día en mi casa toda golpeada, quemada las manos, y no tenía lugar en el cuerpo sin moretones. La incentivé a que lo denuncie, pero ella lo justificaba todo el tiempo, diciendo: él se enojó porque unos compañeros de la facultad me saludaron y me pedía que la perdonara, pero que no me iba a poder saludar más porque el no la dejaba tener amigos.
Con el tiempo me enteré que estos golpes eran cada vez peores, que se habían ido a vivir a un pueblito aislado en salta y que a raíz de esta violencia ella había perdido un bebé.
La tratamos de ayudar de muchas maneras entre los compañeros y los mismos profesores que se fueron enterando de los hechos pero nos fue inútil, ella estaba ciega.
Su pareja también había vivido violencia doméstica de niño, por eso cuando ella fue a pedirle ayuda a su suegra ella respondió: “Algo habrás hecho”.
Es impactante y es un fenómeno el de la violencia de género que crece y no distingue clases sociales ni status. De hecho María Emilia es una joven de clase media, que logró llegar con las mejores notas a quinto año de derecho y él le prohibió seguir estudiando.
Paradójicamente tenía 10 en derecho de familia, donde se tratan todos los derechos de la mujer y la protección a esta y a los hijos. Pero lamentablemente lo que estudiaba perfectamente en los libros nunca lo aprendió en la práctica.